Emulando a los Contador, Nibali, Froome... L´Etape du Tour 2014: Pau-Hautacam

martes, julio 22, 2014 3 Comentarios
Con la narración de su aventura en la marcha cicloturista de L´Etape du Tour 2014: Pau-Hautacam, la cual cubre el mismo recorrido que la 18ª etapa del tour, me enorgullece un montón que Roberto Gil inaugure el apartado de colaboraciones en este blog. En ella podemos ver como  la pasión que se siente por la bicicleta es capaz de darnos la ilusión y ganas como para afrontar cosas que nunca pensaríamos que fuésemos capaces de hacer. Os dejo con su magnífico relato

"Hace un par de años que seguía esta marcha cicloturista por ser una de las más famosas del ciclismo de carretera a nivel mundial, con el apoyo de Ana, nos lanzamos a esta aventura. El recorrido tenía cuatro partes: un llaneo con alguna subida corta y descensos rápidos, el Tourmalet, un tramo favorable y por último, el Hautacam, con un total de 148km y 3500m de desnivel con tramos largos entre el 7 y el 10%. El tiempo... lluvia, pero salvo el descenso del Tourmalet, no hizo frío.



La salida de Pau fue más tarde de los previsto, porque dan la salida de mil en mil cada 10 minutos, y yo tenía el 9 mil y pico!. Al inicio malas sensaciones, me descolgué del grupo fuerte de los 9 miles, tenía calor y una necesidad imperiosa de ir al baño. Hasta el kilómetro 20 no vi el lugar idóneo para recolocarme la ropa, así que en el primer avituallamiento me avitualle de lo lindo, y con tan solo el culote y el maillot de verano y los manguitos continué la marcha con el chubasquero en el bolsillo y el maillot de invierno atado a la cintura para ponérmelo en el descenso del Tourmalet.



Así pude coger a el grupo fuerte de los 10 miles y pillar una grupeta buena. Al poco toda la carretera estaba transitada por corredores, a mi derecha los que iba adelantando y a mi izquierda los que me iban adelantando a mi, hasta que di con una grupeta de mi mismo ritmo.Entre una marea de idiomas: franceses, alemanes, ingleses, holandeses, fuimos avanzando en un tiempo apacible con un ritmo cómodo.


Cambio de tercio: una curva, tomamos una carretera principal y aparecemos en Bagneres de Bigorre, comienza el puerto de Tourmalet, estamos apenas a 500 metros sobre el nivel del mar y me quedan más de dos horas para completar los 20 kilómetros para ascender a los míticos 2115 m. Empieza a llover. En un avituallamiento me pongo el chubasquero, la gorra es una gozada porque no se me mojan las gafas ni la cara, voy calentito y bien de fuerzas, aunque me preocupan mis pulsaciones, pues no subo de 140 y voy todo el rato a 120-130, en fin, mi objetivo era mantenerme dentro del control, en mente tengo que llegar a Tourmalet antes de las 15:00h, y si mis cálculos no iban mal, tenía un margen de media hora.



Entramos en Sainte Marie de Campan, paro en la mítica fuente, lleno el bidón y me da por tocar la concha del camino de Santiago, ¡a lo mejor me da suerte!. No para de llover, y nos adentramos en el bosque hacia La Mongie.


Hay gente que camina en las cunetas empujando la bici bajo la lluvia, otros que abandonan al llegar a la autocaravana donde parece que es su familia quien espera, otros descansan. Hay un silencio sepulcral, llueve, solo se oye sonido de agua bajando por la carretera. La niebla se hace más densa a medida que ascendemos. Llega la larga curva en forma de zeta, no llevo el mapa en el GPS pero recuerdo con exactitud el trazado del puerto, ahora vienen las galerías antiavalancha. Aquí la pendiente se intensifica, un ingles, con su típico humor le dice a su amigo "are you enjoying it?" y le contesta "not really" (te lo pasas bien?, no mucho), y los que estamos alrededor nos miramos sonrientes como diciendo, si es que estamos locos¡¡


Ya no hay bosque y el cartel de la Mongie nos da la bienvenida, en la estación de esquí hay publico entre la niebla que nos anima, ya solo me quedan cuatro kilómetros al 10% y en mi mente voy comparando distancias de la Morcuera y de la Fuenfría convenciéndome a veces de que aun queda mucho, y otras de que ya queda poco.

Salimos de La Mongie y mis recuerdos de este tramo se repiten con exactitud: carretera estrecha, negra, con pintadas, niebla, lluvia y silencio... entre las muchas palabras que hay pintadas alguien había puesto una palabra cada 100 metros.... "4km to go..." "it is time to..." "if you want..." "if you believe it..." "i am sure you can..." "time to... SPRINT!!!".... y como dicen los ingleses: Rush!!!!!!!, 2km!!!! 10%!!!! bajo piñón me pongo de pie, aprieto los dientes y comienzo a acelerar, giro la ultima curva a derechas con cara de velocidad esquivando ciclistas y ya puedo oír el barullo de la gente animando en el puerto, tienen puesta la megafonía de la retransmisión del Tour!!! que gozada, la peña se arremolina en las cunetas animando emocionados bajo la niebla y la lluvia. Quedan 100 metros para coronar, momento de bajar el pulso antes de parar de repente, mi Anita tiene que estar por aquí, y así es!! Rober Rober!!!




Allí estaba la pobre, a 2110m de altitud bajo una lluvia incesante en la niebla cubierta por un poncho de lana totalmente mojado, tiritando y con la nariz pimentona, y venga a hacerme fotos!! Nos abrazamos y nos comentamos cómo habíamos pasado la mañana, me ayudo a vestirme, pues ahora tocaba lo peor del recorrido, y me abrigue todo lo que pude.


Crucé el collado y me dispuse a bajar con cuidado, el suelo estaba mojado y no vi a ningún corredor arriesgar nada, la peña bajaba clavada, pero había buena visibilidad y recordaba el trazado perfectamente. El frío era intenso pero soportable, aunque por algún momento pensé que entraría en hipotermia, una bocanada de aire cálido me animo ¡inversión térmica! bravo... el Tourmalet me ha dejado pasar!!!!!

Finalmente estoy en la larga recta que antecede el pueblo de Bareges, y recuerdo lo duro que es ascender este tramo tan monótono, en el pueblo no dudo en parar a tomar un café en cualquier sitio, en el mismo bar que paré cuando lo subí por aquí. Frené la bici, saqué un pie que apoyé en la acera y me mantuve quieto unos segundos, no sabía si el cuerpo me iba a responder bien. Aterido pero contento me tome el "café o le, mesie, si vu ple" y retome la marcha. La temperatura ascendió y crucé Luz Saint Saveour como alma que lleva al diablo, mucho ambiente también en ese pueblo que tantos recuerdos me trae del circo Gavarnie y Troumousse.


Sabía que ahora venia un tramo rectilíneo y muy favorable, con el trafico cortado era una maravilla ya que esa ruta hacia Argeles Gazost tiene siempre un tráfico insufrible. No encontré nadie que me diera relevos hasta casi el final y no dejaba de adelantar grupetas que no aprovechaban el perfil, solo se dejaban caer, seguramente se habían marcado como reto estar dentro del control del tiempo y eso ya lo teníamos conseguido por muy mal que se nos diera Hautacam.

A la entrada de Argeles Gazost hay una pequeña aldea donde se inicia la subida al Hautacam, había mucha gente animando porque allí mismo estaba la "village arrive" o "recinto de llegada", me recordó mucho a la rotonda que hay al inicio de la subida a los Lagos de Covadonga, y pensé que más o menos era eso lo que me quedaba. ¡Que va! era mucho más fácil!.


Hautacam es una subida de 13km escalonada, tramos al 6, 7, y con descansos al 1 y al 2, alguna rampa ronda el 9%, pero muy asequible, tarde casi hora y tres cuartos pero esta vez no llovía, y pude bajarme los manguitos, había chiriviri pero las nubes dejaban entrever el sol.


Me sentía bien y no dejaba de adelantar participantes, me daba un pequeño arreón y luego descansaba, y así todo el rato. Por fin vislumbre en la ladera el final de la subida y al poco, pasar el cartel de 1km para la llegada se me puso la piel de gallina, aquí estaba, a unos segundos del final. Esprinté el ultimo kilometro tras la ultima curva a derechas, alguien me rebasó, cogí rueda y cuando le adelanté compartí con él la satisfacción de llegar a la meta, frené un poco para entrar a la vez y nos saludamos como si hubiéramos hecho todo el recorrido juntos.


Salió el sol y estuve tomando algo y haciendo fotos, charlando con la gente por allí como buenamente podía, me dieron la pegatina para recoger la medalla y después de un rato tomando literalmente el sol, me dispuse a la bajada que se hizo larga. Me acordé del Rapitan, una subida que en quince minutos estas arriba y parece que subes al cielo, y aquí ha sido siete veces más.

Y nada más que contar, la llegada al recinto de llegada estaba muy bien organizada, y a pesar de las miles de personas que había no había sensación de mogollón ni de agobio, una zona amplia y bien organizada donde pude tomar el "pasta party", recoger la medalla y buscar a Anita que me esperaba junto a la iglesia del pueblo, todo al maletero, la ropa, completamente mojada a la mochila y allí mismo me vestí de calle. Listo para la cenita¡¡


No traté de batir récords, porque no era el año, no traté de vencer a nadie, porque no había contrincante, mi meta era disfrutar de cada kilómetro del recorrido y guardar esta experiencia para siempre. Sin el apoyo y los ánimos de Ana, nunca habría llegado a ni a la linea de salida."



3 comentarios :

  1. Hola Sergio!! Gracias de nuevo por publicarlo, me encanta tu blog!! Un saludo!!

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  2. Gracias a ti por compartirlo Rober. Cuando quieras aquí tienes tu casa. Un saludo

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