Ruta del Tajo y Tajuña: Etapa 3 Chinchón - Carabaña

El tercer día de ruta por las tierras del Tajo y el Tajuña amanecíamos en Chinchón. Para empezar con buen pie, y después de un merecido descanso, me metí un buen desayuno en la plaza y cogí la montura para seguir camino.

Esta etapa iba a ser completamente en solitario, así que el tema de comida, bebida, así como evitar cualquier riesgo innecesario, era más evidente todavía. Una vez revisado todo me pongo en marcha y salgo de Chinchón en dirección a Colmenar de Oreja.

En breve llegamos a Colmenar, ya que está bastante cerca y el terreno es bastante suave, lo cual me viene muy bien para calentar e ir soltando las piernas....algo que enseguida iba a necesitar, ya que al salir de Colmenar de Oreja, después de una divertida bajada, me encontré con unas rampas no muy largas pero si exigentes.

Al llegar arriba cogemos una carreterilla, de la cual nos desviamos enseguida y cogemos un camino desde lo alto de un cerro con unas vistas magníficas.

A partir de ese momento iniciamos una larguísima bajada, en la cual tengo que coger bastantes precauciones, ya que en su primer tramo, me encuentro bastantes piedras sueltas, y eso junto al desnivel puede acabar en caída. Aquí os dejo una foto de una de las bajadas una vez hecha...algo se puede apreciar el desnivel.

En la segunda parte de la bajada el camino estaba mucho mejor, he incluso ví señalización que indicaba que ahí se había hecho alguna prueba de descenso o algo parecido...y no me extraña porque esta parte además de preciosa, era divertidísima...

Pero....todo lo bueno se acaba...y en un par de kilómetros llegamos abajo :(
así que ahora nos toca llanear un rato en dirección a Villamanrique de Tajo.

Sorprendentemente me encuentro algún tramo asfaltado, así que tampoco nos vamos a quejar. Aquí tuve que variar un poco mi dirección ya que el camino que me aparecia, supuestamente cañada, había desaparecido en mitad de una cantera, así que busqué una alternativa...y por suerte me llevó a atravesar unos maizales preciosos....eso si con calma

Una vez salimos de los maizales, cogemos otra vez buen camino y nos volvemos a poner en paralelo al río Tajo, el cual en este tramo varía bastante su recorrido

Y claro...como todo iba demasiado bien...pues tocó la primera incidencia del día...y es que de pronto el camino desaparece porque a algún cachondo se le ocurre ararlo junto con sus tierras....lo cual me hace pegarme un paseito de casi un kilómetro empujando la bici por el arado...

No os preocupéis que en la ruta ya lo he corregido, y si usáis los tracks que tengo colgados, la alternativa ya está puesta. Al poco rato de retomar el camino nos incorporamos a la carretera M-325, la cual nos lleva a Villamanrique de Tajo...y por la cual no me crucé ni un solo coche...todo sea dicho.

Al salir del pueblo cogemos un camino que va paralelo a un canal, el cual estaba seco, y este a su vez nos lleva a la M-326. Decido seguir por aquí, ya que vista la escasez de tráfico y el buen estado, así llegaría a Fuentidueña de Tajo directamente. A posteriori he visto que igual se puede ir por un camino paralelo por el lado izquierdo de la carretera, pero no lo podría asegurar.

Aquí pare en la plaza del pueblo a tomar algo y rellenar las reservas de agua, ya que ya iba justillo y de agua no puede uno quedarse corto. Saliendo de Fuentidueña iba acoger la Cañada Real Soriana, la cual me iba a llevar en dirección norte y siempre picando un poco en subida..

Desde Fuentidueña hasta el final de la subida hay como unos 10 kilómetros de subida constante los cual se hacen muy bien a ritmos...sin embargo existen un par de "muros" o tres de unos 100 metros bastante duros...

vamos....que a mi por lo menos...me tocó empujar, ya que ni con plato chico y piñon grande. Pero claro...el destino del cicloturista es duro...jeje....y cuando ya uno cree que ya la cosa se va a normalizar...zasss¡¡¡ Ruido extraño y de golpe bloqueo de los pedales....el deviador se gira, se mete entre la cadena y el plato...y se destroza a sí mismo y a la cadena..

Sin perder los nervios, saco las herramientas, desmonto el desviador, dejo el plato mediano y monto la cadena con ayuda del tronchacadenas....así que a partir de ahora 9 velocidades....con un plato no se puede hacer otra cosa :) y por el trabajo bien hecho......bocatazo para el pecho...

Así se le olvidan a uno las penas fácilmente, y es que con la tripa llena y los problemas resuelto...aunque sea de forma provisional, la cosa varía bastante.
Con ritmo trotón sigo hasta cruzarme con la carretera M-222 lugar donde ya cogemos la Vía Verde del Tren de los 40 Días, la cual une Extremera con Carabaña, nuestra próxima parada.

Por aquí se rueda bastante más rápido, ya que el asfalto se agradece y el perfil también nos es favorable......por lo que casi sin darnos cuenta nos plantamos en Carabaña

Yo a Carabaña no entre, ya que mi destino era Tielmes que estaba un poco más adelante, pero para quien quiera acceder, que sepa que tiene una subida no complicada por carretera hasta el pueblo. Aquí empalmamos con la Vía Verde del Tajuña, la cual ya nos va a llevar a Tielmes, que se encuentra unos 7 kilómetros más adelante.