Una vez allí cruzamos prácticamente recto la ciudad, hasta cruzar la A-IV o autovía del Sur por debajo, para una vez al otro lado coger el Paseo del Prado (si, como el de Madrid), atravesar un parque y ya coger el camino que nos lleva paralelos al arroyo de la Cañada y que nos va a permitir rodear los montes que vamos dejando a nuestra izquierda.
Cabe decir que estos montes están vallados, ya que al parecer son una zona militar. Seguimos por el camino y llega un punto en el que parece que cruzamos con una carretera (la M-307), sin embargo nuestro camino sigue a la izquierda rodeando los montes. Si quisiéramos entrar en Cienpozuelos, solo tendríamos que girar a la derecha en este punto, y a escasos metros entraríamos al mismo.
Seguimos bordeando los montes, e incluso podemos observar como dejamos a nuestra derecha un circuito de motocross, el cual parece estar en bastante buen estado, pero en el cual no pudimos ver a nadie.
Llegamos a un punto en el que podemos observar que el camino baja hacía abajo y pasa por debajo de un puente, sin embargo antes de realizar la bajada nosotros giramos a la izquierda para seguir nuestro rodeo y empezar a subir todo el desnivel de esta ruta. Si hacemos la bajada y giramos a la derecha por debajo del puente, entraríamos en San Martín de la Vega. El tramo que nos queda nos lleva de forma directa a Pinto, pero sin embargo antes debemos de subir, primero de forma continua, y después afrontamos una rampa muy corta pero de bastante desnivel que nos hará meter nuestro plato pequeño y andar con cuidado con las perdidas de tracción para no echar el pie a tierra.
Como no, después de estas subidas siempre nos queda la correspondiente bajada, pero ojo con emocionarse en exceso, ya que a pesar de no ser peligrosa, si que se ha de estar atento debido a la cantidad de piedra y material suelto. Un poco más adelante cruzamos la carretera se San Martín de la Vega (la M-506) por debajo gracias a unas canalizaciones que existen debajo de la misma y nos acercamos a Pinto.
Una vez allí, es tan fácil como coger uno de los innumerables caminos que llevan a Parla, aunque nosotros optamos por antes tomarnos antes un buen desayuno en una terracita y disfrutar un poco del solecito :)
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