Esta etapa, tanto para mí, como para mis dos compañeros de viaje, es la que realmente deja huella, ya que es preciosa. En caso de tener la posibilidad de hacerla, aunque solo sea esta etapa, hacerla, no os arrepentiréis.
Bueno, la noche anterior tuvimos una desagradable sorpresa respecto al tema tecnológico...y es que mi gps (bueno, teléfono con gps) le dio por no cargar, y después de diversas pruebas, injertos, etc....no conseguimos hacer que funcionase de nuevo. Menos mal que a día de hoy casi todo el mundo lleva teléfonos "inteligentes", y eso junto a la buena costumbre de los hoteles de tener wifi, permitió que descargáramos ruta, mapas, etc...en los teléfonos y así sustituir al gps "oficial".
Así que nada, después de recoger y tomarnos un buen desayuno partimos rumbo a lo desconocido...jejeje
Nada más salir de Manzanares cruzamos Membrilla, el cual realmente da la sensación de ser un barrio de Manzanares. El día está un poco grisáceo, aunque no parece que tengamos que temer por la lluvia ni mucho menos. Afrontamos un tramo bastante largo de llaneo y de sube y baja ligero hasta llegar a San Carlos del Valle.
San Carlos del valle es un pequeño pueblo, en el cual no encontramos a mucha gente, pero si que nos encontramos con una preciosa iglesia y plaza, las cuales por supuesto, visitamos.
Una vez abandonado este pueblo, también nos esperaba otro largo camino hasta el siguiente pueblo de la ruta. Llaneamos bastante tiempo entre viñedos, en los cuales vimos a bastante gente trabajando en ellos.
Después de un buen rato divisamos Alhambra, el cual nos iba a deparar unas rampas, que a pesar de ser por carretera, serían más exigentes de lo que a priori nos imaginábamos.
Así que visto las cuestas que nos esperaban....decidimos para a repostar y nos incamos unas buenas flautas de lomo con queso como dios manda :). Es más que probable que no sea lo aconsejado para afrontar las rampas que teniamos delante...pero nos supo a gloria...
Finalmente, y después de las rampas y unos kilometrillos por carretera (unos 8 aprox), nos desviamos para coger dirección a las Lagunas de Ruidera...y la verdad es que el paisaje cambió bastante..
La sensación que daba era que en cualquier momento podía aparecer un jabalí por cualquier lado...
Una vez ya metidos en faena nos encontramos alguna rampa dura en la cual hubo que emplearse a fondo con plato pequeño y tirando de piñones grandes....aunque el Fon se rindió y decidió echar el pie a tierra...muy mal Fon¡¡¡¡¡ jajaja. Aunque no lo parezca en la foto esa rampa era durísima.
Lo bueno que tienen los duros ascensos, es que luego te llevan a descensos...jejeje, y la verdad es que en esta etapa disfrutamos de algunos bastante divertidos....tanto que en algún momento se me olvidó que llevaba las alforjas y estuve a punto de calzarme un guantazo un par de veces.
Una vez superado este tramo por fin llegamos a las lagunas de Ruidera....y flipamos con el nuevo paisaje....impresionante¡¡¡
Así que visto lo visto....es obligatorio hacer una paradita de rigor para descansar, hacer unas fotillos y tomarnos un tentenpié..
Así pues, despues del descansito, nos dirigimos a realizar el último tramo que nos llevaría a Ruidera. Para ello fuimos bordeando todas las lagunas por el lado oeste, hasta finalmente llegar a Ruidera, el cual se encuentra al norte. Cabe decir, que este último tramo, a pesar de tener unas vistas impresionantes y un desnivel casí nulo, se nos hizo ya un poco largo, ya que ya ibamos notando el cansancio acumulado del día anterior y que en este llevabamos ya casi 80 kilometros...
Finalmente llegamos a Ruidera...y para no faltar a la costumbre, el primer bar que localizamos..nos tiramos de cabeza¡¡¡ jajaja, pero bueno, era justificado..teníamos más hambre que el perro del afilador.
Con la tripa llena, y con más ganas de siesta que un tonto...recorrimos los cinco kilometros que separaban nuestro alojamiento de Ruidera. Se realizan por carretera en buen estado y sin apenas tráfico, por lo menos en esos días. Al llegar vemos el percal...así que soltamos los bartulos, guardamos las bicicletas......al agua¡¡¡¡¡
Eso si, siempre con cuidado de no pisar a nuestros pequeños amigos....
Las vistas desde nuestro alojamiento eran una pasada..
Más tarde nos fuimos a duchar, e informarnos de la manera de ir a cenar, pero nos comentaron que la única manera de ir al pueblo era o en coche o con nuestras burras...así que finalmente decidimos quedarnos a cenar en el hotel y así acostarnos prontito y poder madrugar...porque visto los planes que se podían hacer en el pueblo.....:P
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