Ruta del Quijote: Etapa 1 Puerto Lápice - Manzanares

miércoles, septiembre 07, 2011 Sin comentarios


Por fin llego el día de partir. Los dos compañeros que me acompañaban en la ruta, David y Fonseca, llegaron el día anterior a mi casa e hicieron noche, con el fin de desplazarnos a Puerto Lápice con un solo coche y las tres bicis al día siguiente. Madrugamos bastante, a eso de las 5:45, para poder desayunar, montar tranquilamente las bicis, recorrer la hora más o menos de viaje hasta Puerto Lápice, y realizar el desmontaje correspondiente. Una ver realizadas las tareas nos surgió el primer imprevisto de la ruta, y es que una vez montado todo el follón....el coche no salía del garaje...xddd.



Menos mal, que finalmente, aflojando el portabicis y sujetándolo a pulso lo pudimos sacar. Eso si, para la vuelta ya sabíamos que había que montarlo más horizontal. Después de una hora de camino sin incidentes, llegamos a Puerto Lápice y descargamos las bicis y demás bártulos, y dejamos en el coche el portabicis desmontado y todo aquello que no nos iba a hacer falta.


Ya con todo montado y correctamente recogido iniciamos por fin la ruta, eso si, con algo más de retraso del esperado, ya que pensábamos estar en marcha sobre las 09:00 y empezamos a algo más de las 10:00.

Salimos de Puerto Lápice por un camino perfectamente asfaltado y señalizado como perteneciente a la Ruta del Quijote, y no lo dejamos hasta llegar al primer pueblo: Las Labores (Km 6,5).

 

Cruzamos el pueblo y al salir ya tomamos un camino de tierra en dirección a Villarubia de los Ojos, el cual, está en perfecto estado y tambien correctamente señalado. Justo antes de llegar a Villarubia (Km16) se tiene que cruzar una carretera, en la cual no vimos nada de tráfico y pudimos cruzarla sin problema.


Una vez atravesado el pueblo, el cual era bastante más grande de lo que esperabamos, cogimos la CR-201 dirección Daimiel. Unos cuatro kilometros despues, sobre el 21,5 cruzamos el rio Cigüela (el cual no estaba muy sobrado de agua...) e inmediatamente giramos a la derecha para coger el Camino de la Rinconada que nos llevaría directamente a las Tablas de Daimiel. Como nota a tener en cuenta, en este tramo nos encontramos con algunos bancos de arena bastante molestos, e incluso tuvimos que bajarnos en algún tramo no mayor de 50-100 metros.

Finalmente y después de unas cuantas peleillas con las arenas de Daimiel...llegamos a el parque nacional.



Nada más entrar al parque, tomamos un camino que surge a la izquierda, el cual nos llevará al punto de información turística del parque (km 33), eso si, no sin pasar algún tramillo bastante interesante debido a lo frondoso del camino a pesar de ser agosto.



Una vez en el punto de información, hay muchas posibilidades de realizar diversas rutar por dentro del parque, sin embargo nosotros optamos por seguir y no realizarlas, ya que eso nos retrasaría muchísimo y no quería mos que nos pillaran las horas de calor...o por lo menos lo menos posible. Eso si, algo vimos....




Nada más salir de las tablas cruzamos el río guadiana y desde ahí, cogemos la carretera que nos lleva directos hasta Daimiel (Km43). Es curioso como esta carretera tiene muchisima señalización haciendo incapie de que dicha carretera forma parte de una ruta cicloturista.

Una vez llegados a Daimiel, lo primero que hicimos, es como no, buscar una terracita y tomarnos un buen refrigerio aderezado con unas tapitas y una ración de churrasco...si si churrasco¡¡¡ 


Una vez recuperadas las energías, o perdidas, según se mire... nos despedimos de Daimiel callejeando...


y cogemos dirección Manzanares (Km 68 aprox). Este tramo es el que más largo se puede llegar a hacer, ya que no hay ningún pueblo y si encima te cae un sol de justicia como a nosotros...pues más...

Como único punto interesante a señalar antes de llegar a Manzanares, tendremos que cruzar unas vías del tren.


Más o menos sobre este punto empecé a tener problemas con el gps...bueno, más concretamente con la batería, la cual sustituí por otra...pero esto solo fue el inicio de las pesadillas tecnológicas que tuve en el viaje....

Finalmente, y después de unas 4 horas de pedaleo y unos 72 kilómetros, llegamos a Manzanares, el cual no sabes muy bien si catalogar como pueblo o ciudad, ya que dispone de todo, pero parece que no ha perdido ese encanto de pueblo.



Una vez finalizada la primera etapa, las sensaciones eran muy buenas, y después de una merecida ducha salimos a dar una vuelta y a tomar algo...eso si, sin desparramar que al día siguiente había que madrugar.

Ah, como reseña util, en Manzanares vimos al menos dos tiendas de bicicletas, con lo que en caso de necesitar algo sería facil obtenerlo aquí.

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